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¿Sabías que entrenar la capacidad de autocontrol desde la infancia predice el éxito (en todos sus sentidos) en la vida adulta incluso más que el coeficiente intelectual?
Algunos de estos niños sucumbieron al placer inmediato de comerse esa primera nube, pero otros consiguieron desarrollar distintas estrategias de autocontrol (mirar hacia otro lado, hablar con el compañero, contar…) aguantando hasta la segunda.
Toni Nadal en su libro “Todo se puede entrenar” también resalta la importancia de controlar las emociones, así como la expresión facial a la hora de competir: “Una de mis obsesiones, desde siempre y con todos mis alumnos, era que pusieran buena cara. ¡Buena cara! ¡Las veces que le he dicho esto a mi sobrino como única consigna antes de salir a un partido!”.
Tener un buen autocontrol es importante tanto para deportistas como para padres, madres, entrenadores/as… así como para cualquier miembro del equipo, pues nada es tan contagioso como el ejemplo. No podemos pedir autocontrol si después somos los primeros que a la mínima saltamos.
Veamos 3 ejercicios sencillos para empezar a entrenar este valor:
· Ejercicio 2: Contrato de compromisos. A modo juego, comparte tu «entrenamiento paciente» con algún/a compañero/a del equipo o con tu grupo de entrenamiento de forma que te pueda ayudar y evaluar. Y en esta ocasión, añade consecuencias o algún tipo de penalización si no cumples con lo que te has comprometido. Lo ideal sería que esa penalización fuera una contribución positiva para el grupo o la persona que te evalúa. Y así, no hay «mal» que por bien no venga.
· Ejercicio 3: Elige una persona que sea referente en cuanto a autocontrol emocional. El aprendizaje por observación o modelado es muy importante para el desarrollo de las personas y es algo que venimos haciendo desde que nacimos. Gracias a las neuronas espejo que posee nuestro cerebro, podemos empatizar con lo que vemos y con lo que sienten los demás. Por tanto, podríamos tratar de imitar y reproducir lo que haría esa persona referente ante esa situación en la cual solemos perder el control.
Espero que estos ejercicios os sean de gran utilidad y que os animen a fomentar y a practicar a través del deporte valores tan enriquecedores como es el autocontrol emocional.