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Mesa redonda virtual con la Real Federación Española de Tenis de Mesa
Consideramos que las apuestas del futuro e incluso del presente no se tendrían que ceñir ni al talento ni al resultado al 100%, sino más bien encontrar un punto intermedio que, si es posible, combine ambos ingredientes, en línea de lo que ya se viene haciendo últimamente.
No obstante, también sería muy interesante y enriquecedor tener en cuenta otros factores como la motivación y los valores demostrados en la competición por parte del jugador/a (aunque ya se haga, darle aún más valor además de ejemplar y contagioso sería una forma de empezar a encaminar ese perfil de deportista profesional que nos gustaría que en el futuro nos representara).
– Construyendo una relación entrenador/a-jugador/a basada en la confianza y en la buena comunicación y fomentando progresivamente el autoconocimiento y la autonomía (estilo de juego, capacidad de autocontrol emocional, automotivación, etc).
– Haciendo consciente al jugador/a de su talento (si lo tiene) para trabajarlo y potenciarlo, y si no lo tiene reforzar asimismo lo que este/a haga mejor para que se sienta igualmente competente, habilidoso/a y motivado/a por mejorar.